Se trata de un desarrollo virtual para conocer el estado emocional de las personas usuarias mediante una solución digital para relajar a las personas mayores basado en metodologías de meditación.
Un problema recurrente en el trato con el paciente es detectar su estado emocional. Esto puede deberse a múltiples factores: un ánimo bajo, miedo a la verdad o a la falta de confianza con la persona que hace la pregunta, entre otros.
Por eso llevar este tipo de necesidades de conocimiento a soluciones más “autónomas” genera unos resultados extraordinarios. Se ha elegido además el uso de la realidad virtual, porque son varios los informes que demuestran que la conexión emocional con el contenido es muy superior a cualquier otro formato audiovisual. Siendo además un formato que permite la plena concentración de las personas puesto que tienes tres de los principales sentidos inmersos en la experiencia: la vista, el oído y el tacto.
Para este proyecto se buscaba realizar un desarrollo que no simplemente preguntase por el estado emocional, sino que también sirviera para abstraer y relajar a las personas, como un ejercicio diario basado en metodologías de meditación.